Las Normas Euro son emitidas por el Parlamento Europeo y su objetivo es la limitación de las emisiones de gases nocivos a la atmósfera por parte de los distintos tipos de vehículos. En 1992 la norma Euro I afectaba principalmente a los vehículos industriales, vehículos con la necesidad de motores muy potentes con gran combustión de gasóleo y un elevado índice de emisiones de gases nocivos (NOx).

El desarrollo de la tecnología SCR alimentado con AdBlue® por parte de Mercedes, Renault, Volvo, Iveco, etc hizo posible que este tipo de vehículos industriales o de transporte colectivo pudiese mantener la potencia de los motores reduciendo sus emisiones.

En los años siguientes fueron entrando en vigor nuevas Normas EURO con medidas cada vez más restrictivas hasta el 2014 que entró en vigor la Euro VI con una reducción drástica de las emisiones. Durante los años anteriores al 2014 los fabricantes de turismos lograron cumplir con la norma Euro vigente en cada momento, pero con la entrada en vigor de la Euro VI, que reducía las emisiones al 0,4 g/kWh, muchas marcas optaron por incorporar el sistema SCR a los modelos de mayor cilindrada u otros sistemas de reducción de emisiones.

Hasta el momento la norma Euro VI es la más restrictiva en cuanto al nivel de emisiones de gases nocivos (NOx) y el sistema SCR alimentado con AdBlue® de calidad se posiciona como una de las mejores alternativas para abatir los gases perjudiciales para la salud y el deterioro del medio ambiente.

Las últimas normativas en cuanto a la circulación de los vehículos en caso de elevados índices de contaminación todavía son dispares en cuanto a la ciudad o el país en el que nos encontremos. Se están dando pasos hacia eficiencia en la selección de los vehículos que pueden circular como por ejemplo la actuación de la DGT categorizando los vehículos en función de sus emisiones.

En el caso de los vehículos diésel con sistema SCR alimentados con AdBlue® que cumplen la norma Euro VI tienen el distintivo C. Esta medida de etiquetado de vehículos tiene como objetivo la discriminación positiva de los vehículos menos contaminantes y más respetuosos con el medio ambiente.
Esta clasificación surge a partir del Plan Nacional de Calidad del Aire y la Protección de la Atmósfera 2013-2016. Corresponde a un plan nacional que no tiene porqué ser aplicada por los gobiernos de las diferentes ciudades. Por ejemplo, en Madrid no está contemplada, de momento, la utilización de estos distintivos para permitir la circulación en caso de restricciones por alta contaminación. Los escenarios siguen limitando la circulación por matrícula par o impar independientemente de lo que contamine el vehículo, a excepción de los eléctricos que pueden circular siempre. Posiblemente en un futuro si se apliquen estos distintivos en escenarios de alta contaminación.