¿Por qué contaminan los coches?

Los automóviles son como pequeñas plantas químicas, los motores de combustión (ya sean de gasolina o diésel) transforman la energía del combustible al arder en energía cinética (en movimiento, en definitiva).

Ese proceso de quemado del combustible genera el movimiento. Pero también parte de esa energía se desperdicia en forma de calor y productos químicos, desperdicios que el automóvil emite a la atmósfera. De aquí que los coches constituyan uno de los factores contaminantes del aire.

Simplificando enormemente el proceso, podemos decir que los diésel generan menos cantidad de contaminantes por la sencilla razón de que necesitan quemar menor cantidad de combustible. El problema es que los contaminantes que emite son más peligrosos. Aquí entra en juego un gas que ha cobrado enorme protagonismo en los últimos años: el dióxido de nitrógeno.

¿Qué medidas se han incorporado para solucionar el problema de la contaminación?

A medida que se ha ido evolucionando tecnológicamente para incorporar motores más eficientes, también se ha hecho necesario incorporar los sistemas que permitieran eliminar o al menos minimizar los compuestos químicos resultantes de la combustión.

En la actualidad, los coches modernos cuentan con los siguientes sistemas para reducir sus emisiones contaminantes:

 

  • Válvula de ventilación del depósito de combustible: evita que los vapores provenientes del depósito de combustible se dirijan hacia la atmósfera.
  • Ventilación cerrada del cárter: los vapores que escapan del aceite son devueltos al interior de los cilindros.
  • Recirculación de gases de escape (EGR): usado desde los años 70, permite reconducir los gases de escape hacia el colector a baja velocidad.
  • Catalizador: la tarea del catalizador es convertir los gases nocivos en otros inocuos antes de que se emitan a la atmósfera por el tubo de escape. Se contó primero con un catalizador encargado de transformar los hidrocarburos en CO2 y vapor de agua. En la actualidad, se cuenta con un segundo (sistemas SCR) que transforma los NOx en N2 y H2O (nitrógeno y vapor de agua), que son totalmente inocuos.
  • Filtro anti partículas: imprescindible en los diésel, se encarga de retener las partículas sólidas que generan los motores.
  • Trampas NOx: un segundo sistema que se encarga de almacenar los NOx cuando el motor está produciendo en exceso este gas y el catalizador no es capaz de neutralizarlos.
  • Sistema AdBlue®: la tecnología SCR (reducción selectiva catalítica) suministra de forma continua un líquido denominado Adblue® en el catalizador. El Adblue® actúa como agente reductor y transforma los gases NOx en emisiones de vapor de agua (H2O) y nitrógeno (N2). El AdBlue® está compuesto de agua osmotizada y urea de alta calidad. Al introducirse el AdBlue® en el sistema SCR se descompone en amoniaco y es lo que produce la reducción de las moléculas NOx, de manera que la emisión resultante es completamente inocua para el medio ambiente.

 

Los modelos de moderna fabricación tienen todos estos sistemas incorporados de modo que sus emisiones se ven reducidas hasta porcentajes mínimos y por tanto no constitutivos de riesgos para nuestra salud y con un impacto mucho menor en la calidad del aire.

 

*Esta publicación ha basado sus contenidos en el reportaje de Rubén Fidalgo para Autocasión. Si quieres ampliar estos datos, te invitamos a consultarlo.